Si te encanta la idea de tener tu propio negocio, tener tu dinerito y hacer lo que te da la gana con él, este post es para tí!
Eres buenísima diseñadora, florista, maestra de yoga, ingeniera, chef y lo haces con toda la pasión del mundo. Pero de pensar en COBRAR te entra un sentimiento TAN incomodo que dices, never mind, déjalo, bye!
...y piensas pero es que yo lo hago por diversión, solo lo hago por que me gusta.
…Pero quisieras dedicarle más tiempo. Quisieras invertirle para hacerlo mas y mejor…y quisieras que te tomen más en serio. Todo eso, so esta un poco complicado sin dinero.
Aquí esta la cosa. No eres la única.
El que te encanta lo que haces y el hecho de que lo hagas por diversión, es EXACTAMENTE lo que lo hace tan valioso. ESE es el motivo por el cual deberías de cobrar.
Para que sea rentable (y posible) que puedas seguir dedicándole tiempo, dinero y esfuerzo a mejorar en este tema.
Se vale tener hobbies, no digo que todo tenga que ser negocio. Pero ese es otro tema. Este post es para las que si quieren ganar dinero.
Suele suceder que cuando algo nos encanta y nos divierte, sentimos que no vale! Sentimos que casi casi nosotros deberíamos pagarle a las personas por permitirnos seguir haciéndolo por que lo disfrutamos tanto. Que para que algo tenga valor debe ser un sufrimiento y “costarnos” mucho esfuerzo.
Déjame decirte que es todo lo contrario!
Cuando algo nos encanta y nos divierte, lo hacemos con muchísimo más empeño y eso lo vuelve mas valioso, va a ser un producto mejor hecho, bien pensado, mas a detalle, con mejor calidad, un servicio con mucha mejor atención. Puros plus.
…y, Si cobramos, podemos dedicarle mas tiempo y mas dinero a seguir haciendo esto que nos encanta.
Es una cadenita muy padre en realidad.
Aquí el chiste esta en cambiar nuestra percepción acerca de las ventas.
Una venta es un simple intercambio de valor. Eso es todo.
Tu creas algo valioso y lo intercambias por una cantidad monetaria.
Le das la OPORTUNIDAD a otras personas de hacerse de lo que tú ofreces. No se trata de engañar a nadie, de achocarle cosas a la gente que no quieren.
Se trata de abrir la posibilidad de que cualquiera pueda tener eso tan valioso que tú con tanto esmero y gusto ofreces.
Vender es una simple invitación
Cuando pensamos que lo que ofrecemos es valioso y queremos que la otra persona lo tenga, por lo increíble que es, se vuelve mas fácil.
Aprender a vender, es aprender a comunicar el valor de lo que ofrecemos. Es compartir esa invitación.
Si alguien lo quiere lo va a comprar, sino no. No pasa nada. Pero tú ya extendiste esa invitación, esa es tú única chamba.
Dicen por ahi que vender es un acto de servicio.
Es poner lo que ofreces al alcance de otros. Sino cobras, tarde o temprano lo vas a tener que dejar de hacer por que no te va a alcanzar la vida para seguir trabajando gratis. Pero si cobras puedes invertir en empleados, en mejorar tu producto o tu servicio, tus procesos. Mejoras tu vida para vivir mejor y ofrecer mejor.
Cuando te niegas a vender, le niegas la posibilidad a otros de tener lo que tu ofreces. ¿Esta feo eso no?
Por que aunque se los quieras regalar, a la próxima les va a dar pena y ya no te lo van a pedir.
Cuando tú le pones un precio, se vuelve un intercambio de valor, justo y también voluntario. Pero sobre todo se vuelve POSIBLE que la otra persona obtenga lo que tú ofreces.
Sino vendes, les quitas esa posibilidad a la gente de trabajar contigo.
También te quitas a ti mismo la posibilidad de crecer y mejorar en lo que haces y de tener un negocio que enriquezca tu vida en la medida que te permite hacer lo que te gusta.
¿Quién somos para decirle a los demás que no pueden tener eso que queremos ofrecer?
No limites a tus clientes. No te limites a ti mismo, Mejor aprende a vender ;)
¿Quieres saber cómo? Déjame tu correo aquí y te aviso cuando este abierto mi programa “Clarity Coaching”. Por ahora solo te diré que no es tan difícil como estas pensando.